CUATRO CLAVES DE ÉXITO PARA INNOVAR

El éxito puede ser un terrible obstáculo para la innovación. Cuando a una empresa le va bien con lo que está haciendo hoy, es muy difícil que se ponga a innovar.

La mentalidad cortoplacista imperante, impide a muchas a pensar más allá de la cuenta de resultados de este año. "¿Por qué innovar si ya nos van bien las cosas?", dicen. Claro, lo que deben comprender es que con el actual ritmo de evolución del mercado, en sólo cinco años, un simple movimiento en el entorno o una nueva tecnología puede obligarte a cerrar por no haber sabido anticiparte.

El mejor consejo que se puede dar a las empresas, es que independientemente del sector en el que estén, se dediquen a observar el mundo. Porque, por muy bien que te vaya haciendo un producto, en cualquier momento y en cualquier parte del mundo, te puede surgir un competidor que lo haga mejor, o exactamente igual, pero más barato.                                                                         

Las empresas tienen que dejar de preguntarse: "¿Qué hago bien?", para pasar a plantearse; "¿qué se hace bien?". Parece la misma cuestión, pero no lo es en absoluto.

Cuatro claves imprescindibles para innovar y que corresponden a:

• Tener una intuición sobre algo que nadie ha hecho: una Visión, una concepción radical, no efervescente, de algo auténtico, es decir, un proyecto que es una propuesta realmente innovadora, honesta y duradera.

• Para llevarla a cabo será necesario que aplique toda tu energía, necesaria para crear un territorio e hibridar a una serie de grandes profesionales para montar un equipo humano multidisciplinar.

• Para hacer lo que nadie más ha hecho hay que asumir un lógico Riesgo, la catálisis y el fracaso; significa que, efectivamente, hay que saber poner en conjunción todos estos elementos y te arriesgas al fracaso, pero no hay que tenerle miedo si has estructurado un sistema de innovación sistemática que te permita aprender de los errores y te vacune contra un fracaso total.

• Y todo ello, contando con coyunturas y demás, que podríamos llamar: Suerte, es un factor del que todos estamos de acuerdo en que es un tema con el que hay que contar y que el mercado también te ha de ofrecer (y has de saber aprovechar) esas coyunturas imprevisibles, esos imponderables, que no acabas de entender, pero que hacen que lo que tú propones tenga sentido.