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¿Y si lo que construimos sobre innovación estuviera construido sobre mitos y virus que obscurecen la propia esencia de la innovación? En numerosas ocasiones, por aproximación simple, reduccionista, poco meditada, y seguramente poco experimentada, la reflexión sobre la innovación parece reducirse a entenderla como invención o descubrimiento explosivo, algo que estaba pendiente de ser desvelado por una mente creativa, personal e individual que está dotada de un talento especial para este descubrimiento. Dado este paso los pasos siguientes son cuesta abajo. Muchas narrativas de innovación se llevan a este terreno idealizado. Vamos a hacer un top five de la historia de este horror (innovation horror story): 1. La empresa tiene una lista interminable de pequeños proyectos de mejora ( que no de innovación ) y alguien ha decidido que antes de innovar debemos acometerlos todos y llegar a la calidad total. 2. Los proyectos son interminables y no existe contabilidad de recursos invertidos. 3. No existen mecanismos de decisión - ni etapas intermedias para decidir si merece la pena seguir o parar algún proyecto. De hecho nadie cierra los proyectos. 4. La empresa ha acometido proyectos de innovación radical o disruptiva pero siempre han llegado a un punto de no decisión y la continuidad del proyecto por un sinfín de razones. 5. Nadie sabe lo que supone la actividad de innovación para la empresa ni existe ninguna métrica sobre su rentabilidad. Con estas historias de horror ¿a quién le quedan ganas de innovar? ¿Como un directivo ejecutivo en sus cabales va a decidir embarcarse en proyectos de innovación? Descargar el artículo completo Fuente: Angel Arboníes Temas relacionados: Palabras clave: innovación |
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